Sunday, November 17, 2013

The Bird



Hoy iniciamos nueva sección en el Blog. Una parte culinaria de restaurantes, bares y demás. Hace relativamente poco que nos ha despertado el gusanillo del hambre y hemos iniciado una andadura culinaria a través de las calles de Berlín. Porque en Berlín lo de bueno, bonito y barato en estas cuestiones SI existe.

THE BIRD

Empezamos abriendo boca con el conocido y famoso The Bird, desconocido para nosotros hasta la fecha, viviendo al lado y habiendo pasado por esa calle mil y una veces!
Decidimos ir de casualidad, era Sábado y tarde, sobre las 16:00. No veíamos árbol del que colgarnos y dijimos venga, porqué no!

En la terraza no había nadie, sí, hace frío, pero sabemos cómo se las gastan los alemanes. El caso es que la calle estaba vacía, al acercarnos a la puerta, nos percatamos de la realidad: el interior estaba abarrotado.

Nada más entrar la Maitre nos preguntó: -¿tenéis reserva?- mmm…. No? Después de esperar cinco minutos, sin haberle dicho ni cuantos éramos ni nada, llegó y nos dijo que podíamos sentarnos en una mesa, pero que estaba reservada a partir de las 18:00, así que ya veríamos como lo apañábamos…

El caso es que ya estábamos sentados. Ya que era la primera vez que íbamos, lo teníamos bastante claro: Hamburguesa!

El ambiente estaba a tope, música inglesa e ingleses por todos lados. Por suerte, hoy las camareras no nos han cambiado al inglés y hemos podido practicar nuestro alemancillo!
Decoración al más puro estilo americano, mesas grandes, bancos corridos, grandes grupos de amigos, risas, música alta, paredes donde cuelgan dibujos de los pequeños, pizarras con sugerencias de la carta, camareros de negro moviéndose a toda pastilla, gente comiendo en la barra…

Como siempre y siguiendo la deutsche tradición, primero cerveza a la espera de nuestra comida. Nos decantamos por la especialidad de la casa: Birdhouse burger.

Tardaron en servirnos un año, vamos nuestros jarrotes de medio litro ya estaban vacíos. Otra, por favor!

La cocina está abierta, se puede entrever cómo se hacen los platos, uno le da la vuelta a la carne, otro coloca lechuga, otro corta patatas a la velocidad del rayo… de repente una campana suena y en cuestión de un segundo, un camarero/a acude raudo y veloz y vuelve cargado de platos listos a servir.

Tras ver la maratón de los camareros, por fin la nuestra nos trae los platos. Grandes, muy grandes. La hamburguesa alta, muy alta. Para lo que normalmente estamos acostumbrados. La hamburguesa es bastante más alta que ancha, pero nada se escapa, escurre o cae, todo está bien sujeto. El resto del plato, vegetales (si no tiene la lechuga y el tomate dentro) y patatas, patatas por doquier.




La pinta no decepciona el sabor. Realmente la carne sabe a nuestro concepto de ternera tradicional, lo que es raro encontrar por aquí. Mucha comida, pero de calidad, en un ambiente agradable, donde la internacionalidad te hace sentirte menos extranjero!


Se puede seguir la fiesta tras la comida siguiendo con la carta de cócteles que nunca decepcionan!

Si os queréis acercar, no olvidéis reservar un par de dias antes!

Pd- No os olvideis de probar sus famosisimas y conocidisimas een el mundo entero Chicken Wings!!

os dejo la dirección:


Am Falkplatz 5
10437 Berlin
+49 30 51053283


www.thebirdinberlin.com

Friday, November 8, 2013

Cumpleaños en Berlin...

ALLES  GUTE!!!

 Hoy hago una reflexión de lo que ha supuesto este cumpleaños para mi. Ha sido mi primer cumpleaños sin mi familia. Como a muchos de los que estamos lejos, este es un día que todo tememos.

En mi familia solemos presentarnos todo en casa del cumplañero. Todos los que podemos allí que vamos a pasarlo pipa! Así que viendo la que se me venía encima estaba ya en modo mohíno semanas antes. Sabía que esta era una nueva etapa en la vida que no sólo tiene que ver con vivir lejos, sino también con crecer, ser independiente y madurar. Pero de todas maneras no estaba preparada. No iban a estar mis primos, ni mis tíos, ni mi abue, ni hermano y ni mi padres.... Se me hacia cuesta arriba llegar hasta el día de D. No paraje de quejarme por las esquinas y de recordarle a todo el mundo lo triste que estaba y lo sola que me sentía. Aunque en realidad no estaba tan sola pues tenía a mis recién estrenado Man conmigo y la fiesta con amigos tampoco era un mal plan al fin y al cabo. Pero el caso que es que seguía pensando en los sándwich vegetales, las patatas de la Azucena y la tarta de galletas y chocolate de mi mami.

Sin darme cuenta me llego una carta cuya caligrafía me soñaba, pero sin caer en la cuenta de lo que era, abrí lo que sería la primera felicitación de mis padres y mi hermano que jamás antes había recibido. Me felicitaban en la distancia. No puede evitar llorar, por sentirme lejos, por mucho que el Skype nos acerque. Por sentirme, a veces, sola sin mi familia, que me falta algo que no puedo recuperar ni encontrar por más que lo busco.

Me gusto recibirla y a la vez lo aborrecí por hacerme caer en la cuenta de que estaba fuera, lejos y que ni llamadas, ni mensajes, ni tarjeta, podrían suplir esas mañanas en las que te levantabas y un simple felicidades, un beso o un tirón de orejas iban a convertir a lo más cotidiano a lo más normal de mundo en un tesoro, en algo irrepetible, algo con lo que soñar y que la distancia por más que te empeñes lo hace imposible.

Ha sido difícil pero ese día pasó y paso muy rápido. Entre limpiar, recoger y cocinar llegó la noche y la hora de celebrar el cumpleaños.

También entendí lo que debían sentir mis padres cuando lo tenían que prepara todo para celebrar un cumpleaños o sea lo mismo que yo agotamiento.

Con los amigos llegaron las risas, corrió el vino y después desde por lo menos los 15 años, edad en la que deje de invitar a mis amiguitos a casa, volví a recibir regalos! Me sentía un poco como un niño con zapatos nuevos.

Me faltaron cosas y tuve otras buenas. Como diría un grande todo depende del cristal de ojo con el que se mira. A veces estas situaciones no hacer ser fuertes crecer y madurar, pero aún así son cosas que no podemos elegir y por ello nos sentimos impotentes.
 




Así que todo mi amor para todos los que están lejos y otro tanto para todos los nuevos que están cerca, que poco a poco van conformando la familia que vamos creando solos paso a paso.




Un beso muy fuerte, y buenas noches!

Sunday, November 3, 2013

Perleberg!



Perleberg



Aprovechando que en Brandenburg es fiesta el día 31 de Octubre (Reformationstag), hemos decidido dar un paso adelante y explorar un poco esta tierra de que tan poco sabemos y que lo poco que hemos oído no ha sido muy bueno: es una de las zonas más feas de Alemania!.


Así que dispuestos a desmentir este comentario, tantas veces oído, decidimos coger nuestro querido Regio en busca de nuevas aventuras!

Elegimos Perleberg porque una amiga nos habló de él ya hace tiempo y nos había picado la curiosidad. Además ir con alguien que ya había estado, siempre es un punto positivo, tener un guía, siempre hace que las cosas se vean desde otro punto de vista que lo que uno pueda pensar sólo con la información que haya encontrado en Internet. En este caso 0. En español no hay nada sobre esta ciudad… así que nos conformaremos con lo que hemos hallado en inglés y en alemán.

Perleberg es una ciudad al noroeste de Berlín, a dos horas en tren. Que perteneció a la DDR y debido a su estratégica posición, cerca de la frontera entre las dos Alemanias, su población creció desmesuradamente y se convirtió en un lugar próspero donde aguardaba gente a la espera de poder cruzar la frontera.
Tras la caída del muro, se convirtió casi en una ciudad fantasma y ruinosa en la que en los últimos años se ha puesto especial hincapié en su restauración y recuperación tanto de sus edificios como de la población, intentando atraer a  nuevos ciudadanos que hagan volver a la ciudad a su ser, a lo que fue.




 
 
 

Si os animais a visitarlo no dejes de ir a comer al Belo Horizonte, donde si teneis suerte podreis disfrutar de un pescado fresco de gran caliad, eso sí de río! pero es lo que hay! Si no, el Schnitzel os estará esperando y no defraudara! :-)